miércoles, 4 de octubre de 2017

FORTALECEMOS NUESTRA VIDA ESPIRITUAL CON LOS SACRAMENTOS DE CURACIÓN


Sacramento de la penitencia, reconciliación o confesión
INSTITUCIÓN: Después  de la Resurrección de Jesús, los apóstoles estaban reunidos a puertas cerradas por temor a los judíos. Jesús se aparece frente a ellos  y dice: Jn 20,21-23…… Este es el momento exacto en que Cristo instituye  este sacramento. En su infinita misericordia  otorga a los apóstoles continuar con la  misión para la que fue enviado: perdonar los pecados.
Dios en su amor infinito siempre está dispuesto a perdonar nuestras faltas, su misericordia está presente en varios pasajes bíblicos (Lc 15,4-7. 11-31) Cristo conociendo la debilidad humana, sabía que muchas veces nos alejamos de Él por causa del pecado.
MINISTRO: Cristo les dio el poder de perdonar a los apóstoles  (Mt 18,18), los obispos son sucesores de ellos y los sacerdotes colaboran con los obispos.
El sacerdote tiene la facultad de perdonar los pecados, por oficio; pero no todos tienen la facultad de ejercerla. Los sacerdotes  deben tener la intención de Cristo, ser instrumento de la misericordia de Dios., aclarar  cualquier duda que el penitente tenga, también debe motivar a la conversión a un cambio de vida. Se puede rehusar otorgar  cuando esta consiente que no hay disposición por parte del sujeto, no se arrepienta, o tener propósito de enmienda,  se práctica la excomunión a quienes practican el aborto o participan  de cualquier modo en su realización. Ellos quedan obligados al sigilo sacramental, quienes rompen la excepción  son acreedores a penas muy severas.
SUJETO: es toda persona que, ha cometido pecado grave o venial.
Lugar adecuado para administrar el sacramento  es la Iglesia
MATERIA Es: el dolor de corazón o contrición, los pecados dichos al confesor de manera sincera e íntegra- confesión  y el cumplimiento de la penitencia o satisfacción. Los pecados graves hay obligación de confesarlos todos.
LA FORMA Son las palabras que pronuncia el sacerdote después de escuchar los pecados - y de haber emitido un juicio - cuando da la absolución: “Yo te absuelvo de tus pecados, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
RITO Y CELEBRACIÓN: Es una acción litúrgica, que tiene dos elementos 1. Los actos del penitente que quiere convertirse, gracias a la acción del Espíritu Santo como: el arrepentimiento o contrición, a confesión de los pecados y el cumplimiento de la penitencia. 2do. Es la acción de Dios, por medio de los obispos, sacerdotes.. Se recibe de manera individual, acudiendo al confesionario, diciendo sus pecados y recibiendo la absolución en forma particular o individual. En casos excepcionales se puede impartir una absolución general o colectiva, sin ser culpa suya , ello no excluye acudir posteriormente acudir a la confesión individual en la primera oportunidad que se tenga. Ejem. Estado de guerra, peligro de muerte ante una catástrofe 

El Pecado:  La raíz del pecado está en el corazón del hombre, en su libre voluntad “De dentro del corazón salen las intenciones malas, asesinatos, adulterios, fornicaciones. robos, falsos testimonios, injurias. Esto es lo que hace impuro al hombre” (Mt 15,19-20). En el corazón reside también la caridad, principio de las obras buenas y puras, a la que hiere el pecado.
El pecado mortal destruye la caridad en el corazón del hombre por una infracción grave de la ley de Dios; aparta al hombre de Dios, que es su fin último y su bienaventuranza, prefiriendo un bien inferior. Para que un pecado sea mortal se requieren tres condiciones: “Es pecado mortal lo que tiene como objeto una materia grave y que, además, es cometido con pleno conocimiento y deliberado consentimiento”. El pecado venial constituye un desorden moral que puede ser reparado por la caridad que tal pecado deja subsistir en nosotros.
El pecado Es una ofensa a Dios. Se alza contra Dios en una desobediencia contraria a la obediencia de Cristo. Es un acto contrario a la razón. Lesiona la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana.
La reiteración de pecados, incluso veniales, engendra vicios entre los cuales se distinguen los pecados capitales.
Fuente: CIC 1870- 1896

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