jueves, 11 de octubre de 2018

Señor de los Milagros




Señor de los Milagros, Cristo de Pachacamilla o Cristo Moreno, Cristo de los Temblores ubicado en el altar mayor del santuario de las Nazarenas a mediados del siglo XVII;  La imagen  recorre las calles limeñas todos los años en el mes de octubre desde 1687, trayendo consigo bendiciones de unión, esperanza, fervor católico y tradición. En el mes de octubre la imagen del Cristo crucificado mueve a millones de fieles en procesión. Los fervientes devotos vestidos de morado tratando de emular a las hermanas nazarenas, llevando detentes como símbolo de adhesión y devoción al Señor.

Cuenta la historia que a mediados del siglo XVII un humilde mulato Angola pintó al Cristo crucificado en un paño de muro, tosca, cerca de la acequia de un regadío de Pachacamilla, ellos se organizaban para construir sus cabañas, eran los esclavos más baratos, considerados enfermizos y poco propensos a la cristianización, vivían en  una zona de pobreza absoluta. 
El 13 de noviembre de 1655, a las 2:45 de la tarde se produjo un terrible terremoto en Lima y El Callao, derrumbando Iglesias, sepultando mansiones dejando miles de muertos y damnificados. Todas las paredes de la cofradía se vinieron abajo, excepto el débil muro de adobe en el cual se encontraba pintada la imagen de Jesús crucificado. La imagen quedó intacta, sin ningún resquebrajamiento. Este hecho fue considerado un verdadero milagro. 
Los angolas veneraban  la imagen los viernes en la noche, llevaban flores, perfumaban el ambiente, entonaban plegarias y con el correr del tiempo fue aumentando su peregrinación. La imagen atrajo gran cantidad de adoradores, que con sus cánticos y bailes semipaganos escandalizaban a las autoridades políticas y religiosas, el Virrey ordenó la destrucción de la imagen. Al subir un pintor la escalera para borrarla, empezó a sentir temblores y escalofríos, teniendo que ser atendido de inmediato para proseguir con su labor. Luego intentó nuevamente subir, pero fue tanta la impresión causada que bajó raudamente y se alejó asustado del lugar sin culminar con la tarea encomendada. Un segundo hombre, un soldado de Balcázar, de ánimo más templado, subió, pero bajó rápidamente, explicando luego que cuando estuvo frente a la imagen vio que se ponía más bella y que la corona se tornaba verde; por esa razón no cumplió la orden dada. Ante la insistencia de las autoridades por desaparecer la imagen, la gente manifestó su disgusto y comenzó a protestar con airadas voces y actitudes amenazantes que obligaron a retirarse a la comitiva. La orden fue revocada y se acordó que en ese lugar se rindiera veneración a la poderosa imagen. 
El 20 de octubre de 1687 un maremoto arrasó con el Callao y parte de Lima y derribó la capilla que se había levantado en honor a la imagen de Cristo, quedando solo en pie la pared de adobe con la imagen del Cristo Crucificado. De esta forma fue admitido por la Iglesia y se consagró su culto. Una copia al óleo de la imagen fue confeccionada y  llevada en procesión por las calles de Lima implorando al Cristo Crucificado para que apaciguara la ira de la naturaleza. Desde aquel entonces se estableció que en los días 18 y 19 de octubre tendría lugar la procesión del Señor de los Milagros. Las procesiones que parten del Convento de Las Nazarenas se desplazan por diversos lugares, durando varios días, hasta retornar a su punto de partida, no tienen igual en ninguna parte de América.

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