Señor de los Milagros, Cristo de
Pachacamilla o Cristo Moreno, Cristo de los Temblores ubicado en el altar mayor
del santuario de las Nazarenas a mediados del siglo XVII; La imagen
recorre las calles limeñas todos los años en el mes de octubre desde
1687, trayendo consigo bendiciones de unión, esperanza, fervor católico y
tradición. En el mes de octubre la imagen del Cristo crucificado mueve a
millones de fieles en procesión. Los fervientes devotos vestidos de morado
tratando de emular a las hermanas nazarenas, llevando detentes como símbolo de adhesión y devoción
al Señor.
Cuenta la historia que a mediados del
siglo XVII un humilde mulato Angola pintó al Cristo crucificado en un paño de
muro, tosca, cerca de la acequia de un regadío de Pachacamilla, ellos se
organizaban para construir sus cabañas, eran los esclavos más baratos, considerados enfermizos y poco propensos a la cristianización, vivían
en una zona de pobreza absoluta.
El 13 de noviembre de 1655, a las 2:45 de la
tarde se produjo un terrible terremoto en Lima y El Callao, derrumbando
Iglesias, sepultando mansiones dejando miles de muertos y damnificados. Todas
las paredes de la cofradía se vinieron abajo, excepto el débil muro de adobe en
el cual se encontraba pintada la imagen de Jesús crucificado. La imagen quedó intacta, sin
ningún resquebrajamiento. Este hecho fue considerado un verdadero milagro.
Los angolas veneraban la imagen los viernes en la noche, llevaban
flores, perfumaban el ambiente, entonaban plegarias y con el correr del tiempo
fue aumentando su peregrinación. La imagen atrajo gran cantidad de adoradores,
que con sus cánticos y bailes semipaganos escandalizaban a las autoridades
políticas y religiosas, el Virrey ordenó la destrucción de la imagen. Al subir
un pintor la escalera para borrarla, empezó a sentir temblores y escalofríos,
teniendo que ser atendido de inmediato para proseguir con su labor. Luego
intentó nuevamente subir, pero fue tanta la impresión causada que bajó
raudamente y se alejó asustado del lugar sin culminar con la tarea encomendada.
Un segundo hombre, un soldado de Balcázar, de ánimo más templado, subió, pero
bajó rápidamente, explicando luego que cuando estuvo frente a la imagen vio que
se ponía más bella y que la corona se tornaba verde; por esa razón no cumplió
la orden dada. Ante la insistencia de las autoridades por desaparecer la
imagen, la gente manifestó su disgusto y comenzó a protestar con airadas voces
y actitudes amenazantes que obligaron a retirarse a la comitiva. La orden fue
revocada y se acordó que en ese lugar se rindiera veneración a la poderosa
imagen.
El 20 de octubre de 1687 un
maremoto arrasó con el Callao y parte de Lima y derribó la capilla que se había
levantado en honor a la imagen de Cristo, quedando solo en pie la pared de
adobe con la imagen del Cristo Crucificado. De esta forma fue admitido por la
Iglesia y se consagró su culto. Una copia al óleo de la imagen fue
confeccionada y llevada en procesión por las calles de Lima implorando al
Cristo Crucificado para que apaciguara la ira de la naturaleza. Desde aquel
entonces se estableció que en los días 18 y 19 de octubre tendría lugar la
procesión del Señor de los Milagros. Las procesiones que parten del Convento de
Las Nazarenas se desplazan por diversos lugares, durando varios días, hasta
retornar a su punto de partida, no tienen igual en ninguna parte de América.
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