Act. N° DESCONGELANDO MI CORAZÓN CON LA MÁS ALTA
DISTINCIÓN: SERVIR
No hay más
alta distinción que la de servir a
los demás, servir es actuar como Dios, que no vino para ser servido, sino para
servir. Servir es una actitud que se
basa en reconocer que el mundo nos ha apoyado enseñado y puesto a prueba, sea
que lo mereciéramos o no; es pagar una
deuda infinita de gratitud.
Hallamos la
verdadera dicha en el hombre al dar. Pues sólo buscando el bien de nuestros semejantes, encontramos el
nuestro. La auténtica medida de la
capacidad de un hombre es su capacidad de entrega. Ya que, nuestra verdadera riqueza
es dar. Dar es sin menor duda, la respuesta a la pregunta ¿Por qué estoy aquí?
Y “Buscando el bien de nuestros semejantes, encontramos el nuestro” decía PLATÓN.
El universo opera por medio de un intercambio dinámico….Dar y recibir son
aspectos diferentes del flujo de la energía en el universo. Y si estamos
dispuestos a dar aquello que buscamos, mantendremos la abundancia del universo
circulando en nuestra vida (D CHOPRA)
¿La naturaleza es más generosa que mi corazón?
Todo lo que
el hombre arroja con su mano desde la tierra al mar, el mar se lo devuelve. Mil
veces lo arrojará y otras mil veces el oleaje se lo traerá. Mil veces nos
desprenderemos de un bien para entregar
a los demás y otras mil veces nos será restituido. Amémonos sin medida, y sin medida
nos amarán. Demos esta vida y otra mejor nos será dada. (C VIgil)
El sol y el
fuego calientan, sin pedirnos nada, el agua nos refresca gratuitamente, la
sombra de un árbol nos protege sin
reclamar nada, las flores y los
pajarillos nos alegran sin cobrarnos por el espectáculo; las estrellas iluminan nuestras noches sin pasarnos factura.
Toda la naturaleza es un anhelo de servicio (Gabriela Mistral) sirve la nube, sirve
el viento, sirve el surco. Donde hay un árbol que plantar, plántalo tú; donde
hay un esfuerzo que todos esquivan acéptalo tú. Se del que apartó la piedra del
camino, el odio de los corazones y la dificultad del problema… hay alegría de
ser sano y de ser justo. Pero hay sobre todo, la hermosura, la inmensa alegría
de servir….
¿Servir es
proceder como Dios?
Amor no es,
principalmente dar algo, sino ante todo darse alguien: “nadie puede hacer nacer
la vida si no da la suya. Así lo hizo Jesús. Nadie da lo que no tiene.
Es bueno dar algo cuando ha sido pedido, pero es
mejor dar sin demanda, comprendiendo. Para la mano abierta, la búsqueda de
aquel que recibirá es mayor goce que el dar mismo. Hay quienes dan con alegría y esa alegría es
su premio. Nacemos para servir para ser instrumentos en manos de Dios, no
pidamos ver, saber; simplemente hay que
ser útiles, porque Mc.6,34, Mt. 20,26-28
Jesús, el primero entre todos los hermanos, lo compartió todo. Jn 6.48”y
luego se entregó como Mc 14,22; incluso nos entregó a… como… Jn 19,26-27.
¿Quién es
más importante? pregunta Jesús a sus discípulos Lc 22, 27
Ayudar a
otros es ayudarse a sí mismos. Hay que
aprender a distinguir entre el genuino “ayudar” “rescatar”. El rescatador toma
sobre sí los problemas de todos, pero no los induce a ayudarse a sí mismos.
Mantiene a los demás dependiendo, sin darles oportunidad de desarrollarse y
aceptar la responsabilidad de su vida. Ejm Los padres sobreprotectores, las
personas que no dejan avanzar a otros. ¿Ayudas
o rescatas?
¿Cuál es la medida de lo que hay que dar? En
el libro de Tobías encontramos la
respuesta: .Tob 4,8-9; He. 3,6…
Hemos nacido
para dar: yo puedo dar en mi hogar, en mi aula, en mi casa común :el amor que llevo dentro o el
evitar contaminar; yo puedo dar apoyo a
mis amigos, yo puedo dar estímulos a todos, yo puedo dar delicadezas cada día,
yo puedo dar lo mejor de mis labores, yo puedo dar mis oídos y escuchar, yo puedo dar mis labios
y consolar, yo puedo dar mi alegría a los tristes, o puedo dar amor en cada
detalle, Yo te puedo dar felicidad.
No
es rico el que “tiene” mucho, sino el que “da” mucho.
¿Cómo trato a mis enemigos?
Lo mejor que
podemos dar a un enemigo Lc 6,27-30; 35-37
¿Cómo ayudar cómo servir?
Aquí
te presento algunas acciones que podemos realizar.
Quieres
ayudar, ayúdate a ti mismo, los amados
aman, los libres liberan. Los que son fuente de paz, están en paz
consigo mismo; perdona y pide perdón, motivarás a realizare a tus allegados en la medida
en que tú estés realizado; amarás realmente
al prójimo en la medida en que aceptes y ames serenamente tu persona y tu
pasado.
Vivir para
uno mismo vale poco, muy poco; es mucho mejor: vivir para dar, caminar para
encontrar, sonreír para alegrar, tener para compartir, repartir para aliviar,
esperar para abrazar, dar para consolar, enseñar para aprender, donar para
alimentar, orar para agradecer, bendecir para ser bendecido, y las obras de
misericordia son actitudes saludables que enaltecen y descongelan el corazón del
hombre. Todo lo que damos a otros nos estamos dando a nosotros mismo (A. de
Mello)
El servicio
es un medio y un fin porque dándoles a lo demás abrimos nuestro corazón al amor
a la abundancia y a la paz interior. No podemos servirles a los demás sino nos enriquecernos
a nosotros mismos (D. Millman).
Por nuestra dádiva recibiremos abundancia. Y
mientras más demos… ¡más tendremos! Sólo somos dueños de lo que damos, lo demás
tenemos que devolverlo. Realmente, aparecemos sin nada y nos vamos sin nada,
salvo el amor y la amistad que nos
llevamos. La mayor satisfacción está en ayudar a los otros y ayudarse a sí
mismo, a liberarse y a asumir la responsabilidad de su propia existencia. Y el
mejor servicio que podemos hacerles es el de mejorarnos a nosotros mismos.
Realmente quien no vive para servir no
sirve para vivir.
Act. Proponemos,
Planificamos y ejecutamos nuestro proyecto para servir al prójimo.
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