Act. EXPLORAMOS EL COMPENDIO DEL PLAN DE DIOS PARA EL HOMBRE
Las Bienaventuranzas o beatitudes, expresan cómo debe ser la
vida del cristiano, dónde está su verdadera realización y cómo logrará obtener
no sólo la felicidad, sino la vida eterna: las bienaventuranzas son "El compendio del Plan de Dios para el
Hombre".
Un día, Jesús, en el monte, les comenzó a hablar y enseñando
las BIENAVENTURANZAS, explicándoles que la felicidad no está en el tener, el
dominar, el disfrutar... sino en algo muy diferente: EN AMAR Y SER AMADO, así
presenta Jesús al Nuevo Pueblo de Dios.
Cada una tiene dos partes: empieza con bienaventurados (quienes
son) y la segunda: por qué son bienaventurados o cuál es su recompensa. Esta
recompensa no es temporal sino para el cielo. Eso no significa que los buenos
sean infelices en la tierra , sino que ellos obran bien y dan con alegría.
Las
bienaventuranzas son:
"Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de
los cielos.
El pobre para Jesús, no es aquél
que no tiene cosas, sino más bien aquél que no tiene su corazón puesto en las
cosas. Tienes cosas pero tu mente está puesta en agradar a
Dios, en trabajar por Él, en ayudar a otros, en dar tu tiempo y compartir tus
bienes. Cuando dejas de ser: ambicioso, envidioso, presumido, cuando confías en
Dios y no en el dinero, entonces ¡ eres LIBRE,
eres FELIZ !
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán
consolados.
Hay personas que tienen muchos sufrimientos en esta
vida y todos pensamos ¡Pobrecito! Pues Cristo dice: Feliz el que sufre, porque
ese dolor bien llevado le ayudará a llegar más fácilmente al cielo. Si unes tu
sufrimiento al de Cristo, ayudas a tu propia salvación y a la de otros hombres.
Hay 3 pasos en eso de llevar el dolor: a) Súfrelo con paciencia, b)Trata de llevarlo con gusto,
c) Lo mejor, es ofrecerlo a Dios por amor.
Bienaventurados los mansos porque ellos poseen la
tierra.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
Dios sabe que en este mundo, algunas personas cometen muchas
injusticias con su prójimo: meten preso o matan al inocente, culpan al que no
hizo nada, no pagan lo que el otro en justicia merece, roban al otro lo que le
pertenece o agreden. ¡Cuántas injusticias conocemos! Tú mismo has sufrido
injusticias o personas cercanas a ti. Cristo: busca que se te haga justicia,
pero NO con la ley de talión, o véngate, desquítate... sino que te dice: ¡alégrate,
que ya Dios será justo en premiarte en el cielo por lo que has pasado aquí en
la tierra!
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos
conseguirán la misericordia.
Ser misericordioso significa no juzgar, PERDONAR
a los demás, perdonar hasta 70 veces
7, aunque sea ¨grande¨ lo que te hayan hecho, aunque te haya dolido tanto,
aunque tengas ganas de odiarlos, perdona. Perdonar cuesta mucho, pero es lo que
Dios te pide que hagas. Dios mismo te pone el ejemplo: siempre te perdona,
aunque lo ofendas en lo mismo, aunque lo ofendas en cosas muy serias....
siempre te recibe con los brazos abiertos.
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos
verán a Dios.
Tu corazón estará ¨LIMPIO¨
cuando no haya en él ningún pecado. Cuando el pecado toca la puerta te alejas de
Dios por voluntad tuya. Cuidemos mucho
la limpieza del corazón, que no te valga
ensuciarlo, puede costar la entrada al gozo pleno la felicidad.
Haz la costumbre de confesarte
seguido y sobretodo pensar antes de actuar. No existe nada mejor que estar sin
cargas pesadas en nuestro ser.
Bienaventurados los que Trabajan por la paz, porque
ellos serán llamados hijos de Dios.
Jesús dice que debes buscar
siempre la PAZ,
la paz en tu trato con los demás (no andarte peleando con todos y por todo), la
paz en tu hogar (llevándote bien con tu familia). Para aquellas personas que
creen que con levantamientos, con armas, con sangre van a lograr justicia. Este
no es el camino para lograrlo Cristo repite estas palabras: Bienaventurados
los pacíficos...
Bienaventurados los perseguidos a causa de la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Hay muchas personas presas, perseguidas por la ley. Unas
culpables, otras inocentes. Pues Jesús
les dice que si se arrepienten, Él los perdonará y podrán entrar al cielo. Hay
que rezar mucho por estas personas, para que Dios los ayude a convertirse, para
que se arrepientan del mal que han hecho, para que pidan perdón a Dios y puedan
salvarse.
Jesús concluye diciendo Bienaventurados, felices
cuando por mi causa os insulten, persiguieren,
o les levantasen falsas calumnias (falsedades, mentiras, engaños, exageraciones).
Alégrense, y muéstrense contentos porque la recompensa que recibirán será
grande en el cielo". (Mt 5,3-12) Si alguna vez hablan mal, se burlan de ti o te señalan
porque eres bueno, porque respetas los mandamientos de Dios, porque rezas, porque
hablas de Jesús, porque defiendes lo que Jesús nos enseñó... ¡Alégrate, Dios
tiene preparado para ti un gran premio en el cielo!
Oración
Actividad
Lee , subraya lo más importante. Responde
¿Qué aprendí? ¿Para qué me sirve?
Extraigo 10 acciones que cumpliré como parte de mi plan de vida, en un plazo de 100 días? Revisa constantemente lo que vas cumpliendo y presenta tu cuaderno.
Elabora una frase para invitar a otras personas a
vivir las bienaventuranzas en una hoja de color claro. Extraigo 10 acciones que cumpliré como parte de mi plan de vida, en un plazo de 100 días? Revisa constantemente lo que vas cumpliendo y presenta tu cuaderno.
Completa la manga y explica.
Realizamos un anagrama de las Bienaventuranzas
http://elrincondelasmelli.blogspot.pe/2014/04/lamina-las-bienaventuranzas.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario